lunes, 3 de febrero de 2014

LA IGLESIA DE SAN MARTÍN DE ARJONA SE CUBRIÓ CON TEJAS ARJONILLERAS

A modo de introducción.
Ni que decir tiene que Arjonilla fue un municipio que contó con una potente industria del tejar. La elaboración de la cerámica de la cual se tiene constancia desde la prehistoria y que comenzaría a comercializarse en época ibérica como objeto de lujo, tuvo su primera expansión como industria en época romana. Desde entonces, Arjonilla ha contado con una gran industria del barro. Testigo de ello son los innumerables lugares en los que existen restos arqueológicos con presencia de materiales de construcción o útiles de cocina y almacenaje. Con total seguridad que los hornos de la Arjonilla romana (los encontrados por ejemplo en el polígono San Roque hace algunas décadas) sirvieron de apoyo ("subcontrata") a la potente industria cerámica de Isturgi (actual Andújar).

Las tejas de la Iglesia de San Martín de Arjona.
Desplazándonos hacia delante en la línea del tiempo, encontramos que ya en el siglo XVI, concretamente en torno a los años de ministerio del prelado de la Diócesis de Jaén D. Francisco Delgado 1566-1576, se comenzaron las obras de la Torre de la Iglesia de San Martín de la vecina ciudad de Arjona. 
Por aquel entonces, Arjonilla debía ser un centro de producción importante en materiales de construcción (lo atestiguan tanto los ladrillos presentes en el castillo de Arjonilla a modo de solería, o incluso la fábrica de la esbelta torre de la Encarnación...; la hipótesis acerca de que estos materiales se realizaron en alfares de Arjonilla se basa en que precisamente entre los descargos presentados por el Mayordomo Nicasio de Portales en relación a las obras del templo y torre mencionados en la ciudad de Arjona (a cuyo cargo se encontraba el maestro cantero Francisco Fernández de Regil), aparece reflejada la cantidad pagada 2152 maravedís en relación a la elaboración de 950 tejas y su traslado desde Arjonilla.

En el documento original aparece dentro de los descargos el siguiente texto:

                                                                               En el Texas
Dio por discargo dos myll y çiento y çinquenta y 
dos maravedis de nueveçientas y cinquenta texas
y el porte d,ellas de traerlas de Arjonilla.(1)
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(1)ARJONA. Iglesia Parroquial de San Martín Librillo de Cuentas de Fábrica. 11 de Enero de 1587


Esbelta torre de la Iglesia de San Martín de Arjona
Un poco de historia de los tejares de Arjonilla.
Al finalizar de la Guerra Civil, se contabilizaba en Arjonilla, no más de una docena de tejares. Sería justo al término de la misma, cuando comenzaba una época en alza para este oficio. Desde el año 1936, el oficio del barro, las labores agropecuarias y las cartillas de racionamiento hasta su desaparición en la década de los 50, serían el medio de subsistencia en la villa.
Por aquel entonces, el impuesto de los arbitrios municipales por el pago de los materiales, era aproximadamente de 6 reales o 1,50 pesetas el ciento. (Es decir 6 reales por cada 100 piezas elaboradas), también se pagaba un determinado precio por sacar el barro del Albarrá, por el agua que llegaba al tejar… A su vez, en los tejares el precio de venta al público se estipulaba a 4 pesetas el ciento (ladrillo aproximadamente 3 pesetas el ciento y la teja a 4 pesetas el ciento).
Horno "moruno". Uno de los escasos que se conservan en la actualidad 
Durante la década de los 40, se trabajaba de noche y de día para poder sacar el jornal. La mala situación económica obligaba a que no existieran horarios de trabajo en los tejares. Justo en la década de 1950, comenzará una  época óptima para el trabajo de los tejares proporcionando muchos nuevos puestos de trabajo; sería este el comienzo de una "Época Dorada de losTejares arjonilleros". El repique de los cascos de los mulos era la melodía habitual en las calles adoquinadas de nuestro pueblo. Los nobles animales de carga, caminaban en masa acompañados por los arrieros. En este periodo se eliminan los arbitrios municipales anteriores, y se establece un nuevo impuesto, en el que el cabildo cobraba 200 pesetas por horno cocido, algo muy beneficioso para los tejeros, ya que si comparamos con la época vivida anteriormente, se cobraba 1,5 pesetas por cada cien piezas, mientras que ahora eran 200 pesetas por la
cocción de un horno, en el cual se podían cocer a la vez unas 15000 piezas, con lo cual podemos ver que en relación con número de piezas sacadas se abarató muchísimo el precio del nuevo impuesto.
En este momento, se contabilizaban en Arjonilla la espectacular cifra de 56 tejares y 2 cartujas.

A partir del año 1964, lo brazos de los tejeros no podían competir con la maquinaría industrial en la elaboración de ladrillos y tejas, por lo que comenzará un gran declive de la actividad de los tejares de Arjonilla hasta desaparecer por completo.

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